jueves, 4 de noviembre de 2010
Después de ver la caída de Silvia, en la cual la silla la ha absorvido por completo y ella solo se preocupaba de salvar su asqueroso sandwich tieso de paté, mi día de hoy no ha tenido más complicaciones. Teniendo en cuenta que toda persona que entra en casa necesita un logopeda urgentemente, ya no me sorprende si alguien (Estela) viene a atizarme con sus bragas sucias en toda la cara. Nuestras cenas a base de grasa y algo de masa de croqueta, son cada vez más sanas y el humor de Inma cuando (accidentalmente) la despertamos de su letargo de ocho horas mínimo provocado por una especie de droga que la deja cara de camello insectívoro, no va a cambiar en todo el trayecto de año.
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jajajajajajajajajajaja no cambieis.. x: xD
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